Tras el prolongado silencio de este blog (justamente mañana se cumplen tres años desde su último post), me veo obligado a devolverle la voz por un motivo más que justificado: la publicación de un libro en el que invito a pintar acuarelas, un proyecto que me ha ocupado algo más de un año, siempre compartido con otras actividades derivadas de mi propia dispersión.
Distraído en la distribución de ejemplares entre los artistas que aceptaron mi invitación a participar con sus obras en dicho libro, me había olvidado de hacer una entrada explícita para este blog, como si ya no existiera. Evidentemente, un completo error, tal como me han hecho ver en el círculo familiar.
En mi descargo he de decir que no esperaba la reacción tan rápida que se ha dado en determinados ámbitos, generalmente vinculados a la influencia ejercida por tantos acuarelistas excelentes que cuentan con animosos seguidores y/o alumnos en sus entornos, concretamente en sus redes sociales. Otro motivo añadido es cierto descuido de la vertiente económica, que nunca ha sido para mí objetivo prioritario para esta clase de actividades.
Una vez dicho todo esto, os adjunto alguna imagen de la publicación ¡Pinta acuarela!, un libro que es bastante grueso (392 páginas y 1050 g de peso), por lo que podréis calificarlo de pesado con toda la razón, pese al ambiguo sentido de este adjetivo. La mayor parte de las reproducciones son en color, a las que se añaden enlaces QR que permiten acceder a otras imágenes desde el propio móvil, un instrumento casi siempre al alcance de nuestras manos.