FRANCISCO CASTRO, PREMIO CAUDETE 2021
Si en el anterior post hablé preferentemente de Javier Zorrilla como uno de los destacados acuarelistas que van esparciendo su conocimiento a través de cursos en numerosos puntos de la geografía, hoy me place destacar a uno de los pioneros en este ámbito, que se ha convertido en la forma más actual de las manifestaciones artísticas de la acuarela: las demostraciones en vivo, organizadas al aire libre o en talleres preparados al efecto.
Me estoy refiriendo a Francisco S.J. Castro, un simpático y dinámico cordobés natural de Montilla (1971), afincado desde hace algunos años en Madrid, con frecuentes estancias en Portugal, donde ha organizado con regularidad cursos de acuarela, así como en distintos puntos del país y en Europa.
Tengo la impresión que resultaría imposible de superar su curriculum artístico si no se atiende solo al número de premios que ha conseguido, sino al peso de los mismos en virtud de su relevancia dentro del panorama nacional, ya que entre ellos están incluidos varios de los prestigiosos certámenes BMW, así como prácticamente todos los certámenes específicos de acuarela que se convocan en nuestro país, entre ellos el último Certamen de Caudete 2021.
Durante algunos años compartíamos un mismo grupo de galerías de arte, así como algún evento puntual colectivo. Siempre me llamó la atención su plena dedicación, total, lo que unido a su pasión por esta técnica maravillosa y rápida como es la acuarela, le ha permitido escalar al más alto nivel.
Recuerdo algunos de los argumentos clarividentes que usaba para justificar su clara opción por la acuarela, ya que en algún tiempo cultivó también otras técnicas.
Hace diez años ya comenté su gran profesionalidad y su tesón, así como su evidente sagacidad a la hora de orientarse entre los distintos lenguajes al uso, escogiendo siempre el más apropiado, con lo cual consiguió pasar en un tiempo récord desde posiciones influidas a influyentes.
En estos años atrás he podido observar con satisfacción la estela que ha ido dejando en muchos acuarelistas de diferentes puntos geográficos, que posiblemente habían tenido contacto más o menos directo con él o con su obra, especialmente en la composición y la distribución de los espacios claros.
Se mueve con toda comodidad entre formatos muy variados, y su espectro temático es de los más completos, no rehuyendo ningún tema, ni siquiera la figura, que siempre suele ser más desagradecida para la acuarela.
Pues bien, en todos los ámbitos consigue una dicción actual, siempre coherente y personal, un mérito exclusivamente suyo.
Su representación atmosférica penetra todos sus temas, desde sus arboledas a sus costas, desde sus calles hasta humildes búcaros de rosas, a menudo dobles, muchos de los cuales constituyen pequeñas obras maestras.
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